Quizá lo que me ha hecho escribir aquí es que es un momento también de cambios y en la última entrada de mi blog trataba de cambios. Estas semanas están siendo de tomar decisiones, cambios y un largo etcétera de mi vida, que como siempre que vienen los cambios, sabemos que son un vaivén de situaciones, emociones y para mí al final algo que significa APRENDIZAJE. Me encanta la palabra aprendizaje por todo lo que conlleva, soy de esas personas que hay palabras que adoran y ésta es una de ellas.
Así que quería escribir sobre varias conversaciones que he tenido con mi entorno más cercano que me han hecho ver más que nunca la necesidad que tenemos todos, absolutamente todos, de contar con alguien en nuestra vida que nos comprenda, nos escuche, nos trasmita su opinión, básicamente se puede resumir en “estar a nuestro lado en la vida, independientemente de la decisión que tomemos”, las decisiones no son buenas ni malas. El otro día en una sesión de coaching salía la reflexión, no hay bueno ni malo; sino simplemente es el momento en el que decides, siempre intentas verlo de la mejor manera posible, no cataloguemos por favor lo de bueno o malo porque eso ya nos culpabiliza o nos quita responsabilidad de una decisión.
Eso lo tenía muy en cuenta en mi vida, hace muchos años que dejé de lado el orgullo que me caracterizó en mi adolescencia de “yo puedo con todo o no necesito a nadie más” con un “necesito ayuda, quiero que me escuches”. Esto es lo que he visto que necesitamos decirlo, gritarlo en ocasiones, así que sólo puedo decir, contad con vuestro entorno más cercano y si no podemos tener a nadie que nos apetezca en ese momento quizá lo mejor sea una persona externa y no pasa absolutamente nada por decir quiero ayuda o necesito ayuda.
Necesitamos decir sin ningún tipo de culpa, vergüenza o lo que sea que cada uno de vosotros podáis sentir…un necesito ayuda, necesito comprensión! Cada uno de nosotros necesitamos cosas diferentes porque hay momentos en los que necesitamos ser comprendidos o escuchados o simplemente necesitamos hablarlo.
Quiero con este escrito que quién lo pueda leer, sienta que hay muchas personas en la misma situación, necesitando “algo”. Eso no nos han enseñado a decir, quizá todo lo contrario pensamos que somos vulnerables si lo decimos y desde este punto de vista del que estoy escribiendo te puedo afirmar que ahí es dónde reside la fortaleza. Poder decir necesito ayuda, necesito ser escuchado, necesito, necesito…
En estos momentos he necesitado que mi próximo escrito en este blog fuera éste. ¿Qué necesitas? Escribe en un folio: necesito, necesito, necesito y quiero…así que voy a por ello.